Carnaval del adiós


Esto lo escribi hoy: 31/05/2009

El camino de la vida siempre tiene un final,
y cuando ese momento llega, empieza el ritual
aquel donde el cielo oscurece, y la lluvia cae,
aun cuando el sol esté brillando y las nubes adornen el firmamento.
La carroza avanza lento llevando consigo la razón del dolor,
cargando las penas y remordimientos de muchos quienes la siguen,
con la cabeza mirando el suelo, con el deseo que termine todo
y con una sombrilla tapando sus rostros del ardor hecho llanto del cielo.
Pero en esta ocasión, el ritual no es el mismo,
puedo escuchar en mi habitación una música lejana que me distrae,
la curiosidad me invita a mirar por la ventana y puedo ver el carnaval,
es el carnaval del adiós, que rompe con los protocolos de la tristeza
y por primera vez puedo ver el evento con una sonrisa.
El folklore es ahora la razón de la paz y la resignación,
el dolor es el mismo, pero se agradece la vida y se entiende la muerte.
La imagen poco a poco se desvanece, y se aleja la procesión,
y no dejo de pensar lo hermoso del dolor cuando se es feliz
como desearía que todas las despedidas fueran como la presenciada,
ojala todas fueran un carnaval.

Salvación


Esto lo escribí hoy: 10/05/2009

En el cielo, tan alto, ahí estas
yo invento escaleras interminables,
intentando alcanzarte y te me vas
con una sonrisa en tu rostro.
No logro entender como es posible que puedas volar,
ser alado que me hipnotizas...
Mi cuerpo es tan pesado para poder alcanzarte,
que solo podría volar librándome de el.
Y me ves caer, cada segundo es eterno,
mientras todo se derrumba...
pero cuando el inminente golpe se acerca
y cierro los ojos, despacio, hacia lo inevitable
me sostienes, casi como si el tiempo se detuviera
abro tímidamente mis ojos, y te veo,
tu sonrisa aún sigue contigo, no dejo de mirarte,
mientras me doy cuenta de que tu ya no me tienes sujeto,
soy yo quien de tu cintura se aferra a la vida
y cuando entiendes que lo se, sonríes aun mas...
Me confundes pero sonrío contigo, te suelto,
agradeciendo tu gesto y aceptando el destino,
pero ya no caigo, puedo volar al igual que vos,
un dúo de alas están a mi lado, grandes y multicolores
con un cierto olor a paz, a sol y a ti...
Sigues sonriendo e intentas irte, pero no lo logras,
te vuelvo a tomar, tu cintura en mis manos
y la sonrisa que poco a poco desaparece transformada en sorpresa,
te acerco a mi y mis manos ahora están en tu cabeza,
puedo tocar tu rostro, mis caricias te hacen temblar,
tus ojos no luchan más y se cierran,
tu boca antes hecha sonrisa ahora se entreabre...
ahora eres tu quien espera el inminente golpe
y esperas lo inevitable, lo querible o deseable...
quiero terminar con la espera, te beso y somos uno.
Poco a poco, el espacio vuelve a surgir entre nosotros
el corazón detenido vuelve a latir,
y nuestras miradas se encuentran de nuevo,
ambos sonreímos y tomados de la mano vemos la realidad,
somos dos seres libres, dejamos el cuerpo en la Tierra,
la caída existió, pero fue un canje por la magia de un sueño eterno
el golpe aún duele, pero pude volar...
me salvaste de la oscuridad, gracias a mi fe
te rescaté de la soledad, gracias a tu amor.